Como lo lees. En 2012, cuando salió a la venta el libro de “Mujer empoderada”. Empoderamiento, esta palabra que hoy está en todos los lados, era un auténtico trabalenguas.
Todos me miraban de forma rara.
Aún así, yo sentía que era un concepto necesario para conquistar la igualdad de género.
Tras unos años trabajando con mujeres, sabía que iba a ser clave en nuestro desarrollo y nuestro futuro.
Un día, recibí un mensaje de una clienta de mi terapia individual Libera tu poder personal:
“Tienes un carisma que lo llevas de serie. Eres muy formal y muy auténtica.”
– A. S. C. Entrenadora Personal. Terapia “Despierta tu Poder Personal
¡Claro que sentí halagada! aún así me hizo pensar…
No, no siempre había sido así. No llevaba ese carisma “de serie”.
Más bien al contrario. Buena parte de mi vida sentí que tenía que ir pidiendo perdón por donde pasaba. Que lo que yo hacía molestaba.
Y sí. Todo ese trabajo para llegar a ser la mujer que soy ahora ha sido precioso…
Pero no fácil.
Si te soy sincera, si hubiese sabido lo que sé, lo habría conseguido muchísimo antes.
Me faltó algo esencial que quiero compartir contigo aquí.
Nacemos con unas alas invisibles.
Todas venimos a este mundo llenas de potencial, traemos talentos, poderes, recursos…
No hay excepciones, amiga, tú y yo también.
Desgraciadamente, a mí NO me educaron para desarrollar estas alas. Todo lo contrario. Me enseñaron a callar mis ideas, a intentar pasar desapercibida y a esconder todo lo auténtico que vivía en mí.
A no dar problemas.
A desaparecer.
Esas inseguridades y miedos dañaron mis alas: las arrugaron, maltrataron.. y acabaron rompiéndose. Perdí la sensación de estar volando.
Visión de abismo
Cuando me casé parecía que El sueño se había cumplido. Todo iba a tener sentido ahora y por fin iba a llevar esa vida “feliz” para la que estaba destinada.
Como has adivinado, no me fue bien.
Me divorcié. De repente me ví sola, haciendo lo posible por sacarme las castañas del fuego y atrapada en una vida de la que nadie me había hablado.
Me sentí engañada.
Me sentí vacía.
Al borde de un abismo que se abría delante de mí, dónde quise gritar:
¡Esta no es la vida que me contaron que iba a vivir!
¡A mí no me educaron para esto!
Logré reconstruir mis alas
Por «casualidad» conocí la Inteligencia Emocional. Empecé poco a poco a estudiar temas de desarrollo personal…
Y me fascinaron.
Cuanto más estudiaba, mejor me sentía.
¡Ahora contaba con herramientas que me ayudaban a crecer, a sentirme mejor y a creer en mí misma. Sentí que mis alas se regeneraban y se expandían poco a poco.
Sentí cómo se desplegaban. Y como sabes, ya nunca abandoné ese camino.
Hoy podría haberlo conseguido en mucho menos tiempo…
Un día paseando por la calle Orense de Madrid, una pregunta cambió mi vida, y más tarde la de cientos de mujeres:
“¿Cuántas mujeres se estarán sintiendo como yo me sentía antes de contar con las herramientas que ahora conozco?”
“¿Cuántas se han divorciado, desean rehacer su vida y no sabe cómo hacerlo?”
“¿Cuántas han visto irse a sus hij@s de casa y se sienten perdidas?”
En ese momento supe que mi destino era:
Trasladar a aquellas mujeres que lo necesitaran lo que me había servido a mi para pasar de ser una mujer perdida a una mujer empoderada
Deseaba con todo mi corazón destilar lo aprendido en un
método con principios sólidos,
para que las mujeres conectaran con su fuerza interior
de manera sencilla.
Así me propuse crear lo que yo, en su día, NO tuve:
Un sistema paso a paso y personalizado que me ayudara en mi proceso de empoderamiento y me permitiera crearme una nueva vida.
Y también lo que más aprecian las mujeres que realizan su proceso de Liberación conmigo, y que llamamos…
El Poder de heroína: la Visión Láser
“Una de tus cualidades, Elvira, es tu capacidad para conectar con el problema de la persona y tu habilidad para encauzarlo y encontrar las técnicas adecuadas para resolverlo de una forma rápida y efectiva.”
– C. G. G., Abogada. Terapia Despierta tu Poder Personal
Si prefieres conocerme leyendo… Estoy en estos libros.