Creémos un mundo nuevo basado en el empoderamiento y en la felicidad

Anoche cuando conducía hacia el restaurante donde había quedado con mis grandes amigas Manuela y Montse,  me invadió una inmensa alegría, es algo que me pasa en ocasiones. Pensé si me había pasado algo que justificase esa alegría, algún acontecimiento maravilloso, algún objetivo cumplido… algún suceso especial, hay muchas cosas en mi vida que me hacen sentir bien aún así, ayer no había nada concreto.

Este tipo de sensación de felicidad proviene de mi interior, pues estoy convencida de que el ser humano es, en esencia, feliz y nos alejamos de de esta felicidad auténtica por las creencias de lo que debe ser.

La foto del buda representa esta felicidad interna e intima, la felicidad de Ser, simplemente ser feliz por estar en el mundo. Este Buda lo compré en un viaje a Japón, hace ya más de 12 años. Simplemente lo miré y él me pidió que lo llevara conmigo, me ha acompañado en los avatares de mi vida, muchas veces paso la mano por su espalda y este simple gesto me recuerda a todo lo bueno que hay en mi vida, invandiéndome  una sensación de plenitud, de felicidad.

Soy consciente de los tiempos tan difíciles que estamos viviendo, de la situación tan dramática que están padeciendo muchas familias y much@s niñ@s y por ello es necesario volver la vista hacia el ser humano, hacia cada un@ de nosotr@s para desde ese punto construir una nueva sociedad.

Yo creo en la fuerza de una ciudadanía empoderada, exigiendo sus derechos, haciendo lo que hay que hacer por cambiar las cosas, levantándose cada día con la intención de crear una nueva economía más justa para tod@s.

Hay otra forma de hacer las cosas y esa nueva forma ha de tener su base en el empoderamiento interior, creer en el poder personal, y en la felicidad interna, es hora de construir positivamente.

Yo como el Buda, elijo ver la parte buena de la vida y construir una nueva sociedad desde lo positivo ¿y tu?



¡Nos vemos en las redes!